El servicio consiste en la obtención del valor cuantitativo y objetivo de una empresa, mediante la metodología más adecuada para cada tipo de negocio y sector. Estas son algunas de las utilidades prácticas de la valoración de empresas:

• Vender, comprar o liquidar una empresa.
• Crear una nueva línea de negocio.
• Incorporar a uno o varios socios a una compañía, momento en el que se requiere establecer un precio objetivo a su futura participación (igualmente para el caso de salida de socios).
• Acudir a los mercados de capitales para solicitar financiación.
• Realizar una fusión o escisión.
• Efectuar una ampliación o reducción de capital.
• Cuantificar la empresa dentro de una masa hereditaria que va a ser repartida.
• Esclarecer disputas entre socios.
• Conocer la posición relativa de una empresa con respecto a su competencia, en términos de rentabilidad economico-financiera.
• Tener un auto-diagnóstico realista, conocer los drivers del negocio, su sostenibilidad a medio plazo y las acciones de mejora a realizar.
• Cuantificar el valor de las acciones de una empresa que quiera remunerar a sus empleados con una participación en el capital social.